Toda nación que aspire a ejercer el derecho al desarrollo de sus pueblos, y a hacerlo en forma sostenible, debe antes que todo asegurar el bienestar de su contingente humano con mayor historia acumulada en su bagaje y a la vez con mayor proyección de acción hacia el futuro: las personas menores de edad. Es requisito esencial de esta aspiración garantizar el cumplimiento de los derechos y procurar la satisfacción de las necesidades de ese grupo poblacional tan especial.
Por complejas razones de orden político, económico, social y cultural que se comparten con muchos otros países, en Costa Rica se han legitimado y encubierto históricamente, concepciones y relaciones del mundo adulto e institucional con niñas, niños y adolescentes que no responden a su condición de sujetos de derecho, ni a sus capacidades y potencialidades históricamente, así como formas no militarizadas de violencia que limitan el derecho al desarrollo de niñas, niños y adolescentes y consecuentemente inhiben el desarrollo del país.
Las manifestaciones de estas formas de violencia y exclusión van de la violencia intrafamiliar a la violencia institucional, del trabajo infantil a la explotación sexual comercial, de la falta de oportunidades reales para el desarrollo personal óptimo y el progreso social a la discriminación y la exclusión social.
De este modo, PANIAMOR es la organización que es y hace lo que hace porque las niñas, los niños y las personas adolescentes son personas con derechos, que sin embargo, siguen viendo vulnerado su derecho a vivir libres de violencias y exclusiones, afectando su calidad de vida, su propio desarrollo y el de Costa Rica.
La Fundación PANIAMOR trabaja por tanto para transformar esta situación.