Toda nación que aspire al desarrollo debe garantizar el bienestar de su población con mayor potencial de futuro: la niñez y la adolescencia. Para ello, es fundamental asegurar el cumplimiento de sus derechos y la satisfacción de sus necesidades.
En Costa Rica, como en muchos otros países, han persistido concepciones y dinámicas institucionales que no reconocen plenamente a niñas, niños y adolescentes como sujetos de derecho. Esto ha legitimado formas de violencia no militarizada que limitan su desarrollo y, con ello, el del país.
Estas violencias y exclusiones van desde el maltrato intrafamiliar y la violencia institucional hasta el trabajo infantil, la explotación sexual comercial y la falta de oportunidades reales para el desarrollo personal y social.
PANIAMOR existe y actúa porque la niñez y la adolescencia tienen derechos, pero continúan enfrentando vulneraciones que afectan su calidad de vida y su futuro. La Fundación trabaja para transformar esta realidad.