La campaña “Aproveche el momento” es un proyecto de la Fundación PANIAMOR que se desarrolla en el marco de una alianza público-privada con MSD Richard T. Clark Fellowship for Global Health, cuyo fin es fortalecer las capacidades de las familias costarricenses y personas cuidadoras para promover la educación sexual y reproductiva y la prevención de las violencias de género en las vidas de las adolescentes mujeres.
Diálogo intergeneracional
Es promover una experiencia y vínculo basada en el aprendizaje mutuo entre las personas adultas y las personas adolescentes. Este tipo de diálogo se fundamenta en el respeto y la comprensión de ambas generaciones –las personas adultas y las personas adolescentespara compartir metas y soluciones apropiadas (Kraukopf, 2016).
Escucha activa
Es escuchar centrándonos en lo que se nos dice, de modo que cuando la persona adolescente se siente escuchada y comprendida fluye la palabra y logra encontrar respuestas a sus necesidades (Sojo, Sierra y López. 2002).
Empatía
Es la habilidad para contener, calmar y brindar confianza a la otra persona a través de una comunicación con calidez interpersonal, respeto, al ritmo de la otra persona, mostrando interés y comprensión (Escotorin, 2020).
Autonomía en la adolescencia
Significa que las personas adolescentes van adquiriendo progresivamente la capacidad de accionar sus derechos y de exigir su cumplimiento. El principio de autonomía progresiva parte de su condición de personas en proceso de desarrollo integral y preparación para una vida independiente y responsable (Ministerio de Salud, 2012).
Agencia y Empoderamiento en las adolescentes
Es un proceso en el cual las adolescentes toman el control de sus vidas según su edad y capacidades, lo que es un derecho que les ha sido negado por siglos. El fortalecimiento de la capacidad de agencia de las adolescentes permite la toma de decisiones en aspectos que inciden en sus vidas entre ellos los relacionados con su salud sexual y salud reproductiva y la protección ante las violencias. Supone, adquirir conocimientos, habilidades comunicativas y sociales que puedan aumentar la confianza en sí mismas, resolver problemas para su edad y desarrollarla autosuficiencia que les permita establecer sus propias prioridades y decisiones. (Jhpiego, 2016).
La sexualidad es un aspecto fundamental de la condición humana, presente a lo largo de toda nuestra vida. Abarca más allá de las relaciones coitales, incluye el conocimiento del cuerpo humano y nuestra relación con éste. Tiene relación con las identidades, los roles de género, la orientación sexual, el erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción.
La sexualidad es una energía que nos motiva a buscar afecto, contacto, placer, ternura e intimidad. Influye en nuestro cuerpo, en cómo lo percibimos, en nuestros pensamientos, sentimientos, emociones, acciones e interacciones, con peso en la salud física y mental.
La riqueza de la sexualidad necesita autoconocimiento cognitivo, reflexivo e integrador. De ahí la importancia que podamos acompañar a las personas adolescentes en el desarrollo de este autoconocimiento, de la expresión de su sexualidad y de las creencias, actitudes y valores que se transmiten para garantizar un bienestar personal, en sus relaciones y en su sociedad.
¿Qué es la Salud Sexual (SS)?
La salud sexual es un estado de bienestar físico, emocional, mental y social en relación con la sexualidad, y no solamente la ausencia de enfermedad, disfunción o malestar de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). La salud sexual requiere un enfoque positivo y respetuoso hacia la sexualidad y de las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia. Para que todas las personas alcancen y mantengan una buena salud sexual, se deben cumplir, respetar y proteger sus derechos sexuales (Gutierrez-Rosado, 2021).
¿Qué es la Salud Reproductiva (SR)?
La salud reproductiva es un estado de bienestar físico, mental y social completo en todos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo, y no simplemente la ausencia de enfermedad o dolencia, según la OMS. La salud reproductiva se asocia a los procesos, funciones y sistemas de reproducción en todas las etapas de la vida, e implica que las personas pueden tener una vida sexual satisfactoria y segura, la capacidad de reproducirse y la libertad de decidir si hacerlo, cuándo y con qué frecuencia. (Gutiérrez-Rosado, 2021)
¿Cuál es la relación entre salud sexual (SS) y salud reproductiva (SR)?
La salud sexual se entiende en un sentido amplio, como un estado de bienestar físico, emocional, mental y social en relación con la sexualidad. No abarca sólo ciertos aspectos de la salud reproductiva [como el control de la fertilidad a través del acceso a la anticoncepción, evitar infecciones de transmisión sexual (ITS), disfunción sexual y secuelas relacionadas con la violencia o la mutilación genital femenina], sino que también incluye la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de coacción, discriminación y de la violencia.
De hecho, ha quedado claro que la sexualidad humana incluye muchas formas diferentes de comportamiento y expresión, y que el reconocimiento de la diversidad del comportamiento y la expresión sexual contribuye a la sensación general de bienestar de las personas y la salud. La salud sexual y la salud reproductiva están íntimamente relacionadas, pero a su vez, actúan sobre esferas o áreas diferentes, que se entrelazan, retroalimentan y complementan.
¿Qué son los Derechos Sexuales?
Constituyen la aplicación de los derechos humanos existentes a la sexualidad y a la salud sexual. Protegen el derecho de todas las personas a satisfacer y expresar su sexualidad y a disfrutar de la salud sexual, con el debido respeto por los derechos de los demás, dentro de un marco de protección frente a la discriminación (OMS, 2018; WHO, 2015a).
¿Qué son los Derechos Reproductivos?
Son los derechos que se basan en el reconocimiento de elegir y decidir libre y responsablemente el número de embarazos y el espaciamiento entre los nacimientos y el intervalo entre éstos. Además, a disponer de la información y de los medios para ello. Incluye el derecho a adoptar las decisiones relativas a la reproducción sin sufrir discriminación, coacciones ni violencia (CCSS, 2014).
¿Por qué debemos abordar con personas adolescentes los mitos en torno a la salud sexual y la salud reproductiva y las violencias de género?
Para una educación en la sexualidad eficaz, es importante fomentar las normas y actitudes que promuevan la igualdad de géneros y la inclusión, por ello es importante la revisión de los mitos que se trasmiten en los mensajes que brindemos a las personas adolescentes.
Algunos obstáculos para establecer un diálogo intergeneracional son las creencias arraigadas sobre la sexualidad que la niegan, silencian y mitifican, como por ejemplo que la educación puede ser interpretada como permisividad. Igualmente, frente a las violencias de género su normalización y naturalización.
Un mito arraigado es la idea romántica del amor, que perjudica el desarrollo personal de las adolescentes al crear dependencias hacia la pareja con obstáculos para su autonomía, conocimiento y felicidad.
Encontramos también mitos relacionados con: - la legitimación de las desigualdades de poder en las relaciones íntimas y en toda la sociedad, -la violencia por razón de género, la doble moral ante la sexualidad, -el menosprecio y el acoso de la juventud LGBTIQ+, - la explotación sexual, incluida la trata de personas con fines sexuales.
¿Qué es la Educación Integral de la Sexualidad (EIS)?
La educación integral en sexualidad (EIS) es un proceso que se basa en un currículo o plan de estudios para enseñar y aprender los aspectos cognitivos, emocionales, físicos y sociales de la sexualidad. Su finalidad es dotar a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes de conocimientos, habilidades, actitudes y valores que los empoderen, permitiéndoles disfrutar de su salud, bienestar y dignidad; establecer relaciones sociales y sexuales respetuosas; ser conscientes de cómo sus elecciones afectan su propio bienestar y el de los demás; y conocer sus derechos y velar por su protección durante toda su vida (OMS, 2019).
¿Qué es la socialización diferenciada en función del género?
Se refiere a las normas, atributos y prácticas asignados en la crianza que reciben las personas en función de su sexo biológico, tal como la presión que reciben los niños y los adolescentes para asumir responsabilidades de toma de decisiones y liderazgo, mientras a las niñas y las adolescentes para ser sumisas. Estas normas pueden fomentar la naturalización de prácticas obstaculizadoras para el desarrollo integral de las personas adolescentes hombres y mujeres.
¿Cómo afecta la violencia de género a las niñas y a las adolescentes?
La violencia contra las adolescentes es todo acto que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para las mujeres de todas las edades, incluidas las amenazas, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada.
La ausencia de violencia ayuda a que las relaciones sexuales sean más seguras y saludables, reduce el riesgo de infecciones de transmisión sexual (ITS), permite el acceso a los anticonceptivos y aumenta el acceso a la atención sanitaria necesaria, incluidos los servicios de salud sexual y salud reproductiva.
¿Qué son las relaciones impropias?
Son relaciones desiguales y de poder entre una persona adulta y una persona adolescentes. Resultan inconvenientes y dañinas para las personas menores de edad y en muchos casos son una forma oculta y socialmente legitimada de violencias. Una relación es impropia cuando la persona menor de edad es mayor de 13 años y menor de 15 años y la persona adulta es al menos 5 años mayor. O bien, cuando la persona menor de edad es mayor de 15 años y menor de 18 años y la persona adulta es al menos 7 años mayor (UNFPA, 2017).
Descarga materiales que puedan ayudarte a acompañar a padres, madres y personas con roles de cuidado de las personas adolescentes para el ejercicio de los derechos sexuales y derechos reproductivos y una vida libre de violencias de las adolescentes mujeres.
Videos
Infografías
Guía informativa para personas cuidadoras
Recursos adicionales
El Programa Seguras y Fuertes de la Fundación PANIAMOR ha diseñado el contenido conceptual de la estrategia de comunicación para desarrollarla en medios y redes sociales a nivel nacional, a través de 8 videos, 7 infografías y una guía informativa dirigida a personas cuidadoras, cuya aspiración es que representantes de instituciones gubernamentales y no gubernamentales se sumen a su divulgación y utilicen los materiales con las personas cuidadoras de las personas adolescentes, como parte de los esfuerzos que realizan.
El objetivo de esta campaña es ofrecer información relevante a las personas con rol de cuidado de las personas adolescentes para que elijan acompañar, de manera informada, respetuosa y afectiva, el desarrollo psicosexual, el cuidado de la salud sexual y la salud reproductiva de las adolescentes mujeres, promoviendo una vivencia plena, responsable, saludable y segura de su sexualidad en ambientes de buen trato, con enfoque de derechos humanos, de género, según su curso de vida.
Esta campaña se ha construido mediante diversos instrumentos y metodologías de consulta y participación de actores claves como son: personas cuidadoras, adolescentes mujeres, adolescentes varones, representantes de instituciones gubernamentales y no gubernamentales quienes expresaron sus necesidades y aportaron su experiencia para el diseño de ideas comunicativas.
Con esta campaña queremos inspirar a personas cuidadoras tales como madres, padres, tías, tíos, y otras para hablar y crear vínculos con las personas adolescentes. De esa forma, las personas cuidadoras tienen recursos y pueden sentirse acompañadas en esa labor formativa y de aprendizaje en procura del bienestar de las personas adolescentes, por las instituciones públicas y organizaciones no gubernamentales a través de información y recursos para guiar sobre los derechos a una salud sexual y salud reproductiva y a vivir vidas libres de violencia.
Hemos encontrado, a partir de los grupos de consulta realizados para el diseño de esta campaña, que el ambiente de conexión, cercano, cómplice e íntimo es clave para lograr una comunicación humana entre las personas adolescentes y sus personas cuidadoras sobre el tema de SSSR y protección ante las violencias.
Justificación de la Campaña
Esta campaña, se suma a los esfuerzos realizados a nivel país, que posee un robusto marco jurídico que respalda los servicios en materia de Salud Sexual y Salud reproductiva, por ejemplo la implementación de los Programas de Educación para la Afectividad y Sexualidad Integral del MEP, el desarrollo del Plan Estratégico Nacional de Salud de las Personas Adolescentes, la articulación de las ofertas institucionales de atención a las personas adolescentes mediante el Consejo Interinstitucional de Atención a la Madre Adolescente (CIAMA), la Política Nacional de Sexualidad, y de esta forma, busca contribuir con la reducción de la tasa de embarazos en la adolescencia, con el incremento en las denuncias por relaciones impropias como factor violatorio del derecho a una vida libre de violencia y detonante del embarazo en la adolescencia.
La campaña se alinea con lo establecido por la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN); los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular con los ODS: 1, 3, 5, 17 y la Convención sobre la Eliminación de toda forma de Discriminación contra la Mujer (CEDAW por sus siglas en inglés). Además de las normas nacionales, directrices y decretos, políticas, planes y estrategias y lineamientos y circulares de los servicios de salud costarricenses.
Reconocemos, no obstante que queda mucho camino por recorrer, en las violencias que experimentan las adolescentes mujeres en relación con su salud sexual y salud reproductiva.
Algunos datos del contexto costarricense
-Nacimientos en personas adolescentes: Si bien las tasas de nacimientos en adolescentes, han decrecido considerablemente en los últimos 20 años, persisten altos porcentajes de casos donde no se reportan los datos del padre no declarados y la edad del padre, siendo un 83,3% en el 2021 para las adolescentes de 15-19 años y un 90,8% para niñas y adolescentes menores de 14 años, por lo tanto es muy problable que la mayoría se están dando en el marco de una relación impropia. (UNFPA, 2021).
-Segundo embarazo en la adolescencia: si bien la tasa de nacimientos en el primer embarazo tiene una tendencia a la baja en nuestro país, es preocupante que la tasa de embarazos en las adolescentes con dos o más hijos tiene una tendencia a subir, de manera que entre las adolescentes de 15 a 19 años que tuvieron un parto en el 2020, el 12,3% indicaron tener dos hijos o hijas, mientras que el 1,1% reportó tres o más hijos o hijas. En el grupo etario de 14 años o menos, tres adolescentes reportaron tener ya dos hijos o hijas (UNFPA, 2021).
- Violencia en la crianza y abuso sexual: El Hospital Nacional de Niños reportó que entre el año 2000 y el 2012, de los 223 casos ingresados por abuso sexual, en 184 las víctimas fueron niñas.
Barreras para la educación sexual y reproductiva
Entre las barreras para el ejercicio de los derechos en materia de salud sexual y salud reproductiva de las adolescentes mujeres se encuentra factores como la falta de información confiable y libre de mitos sobre su sexualidad y la prevención del embarazo, escaso fomento del autoconocimiento de sus cuerpos y de su cuidado, el desconocimiento del derecho y posibilidades que tienen al derecho sobre el acceso de los método anticonceptivos y de protección de infecciones de transmisión sexual en los servicios de salud.
Otras barreras que se encuentran para el ejercicio del derecho a vivir libres de violencia se encuentran los estereotipos de género que impiden la protección de los abusos y las violencias, manifestadas por ejemplo en las relaciones impropias.
La violación de los derechos humanos y las manifestaciones de la desigualdad por razón de género varían según el contexto, por ejemplo, la sexualización de las niñas y las adolescentes, la denegación del acceso de las niñas y las adolescentes a aspirar metas más allá del espacio doméstico y del cuidado, y las relaciones impropias en el caso de nuestro país.
Importancia de la educación sexual
Existen pruebas significativas del impacto positivo de la educación en sexualidad sobre el comportamiento sexual y la salud. Es clave entender que la educación sexual no promueve las actividades sexuales, como algunos piensan. Por el contrario, se ha demostrado la eficacia de los efectos positivos de la educación integral de la sexualidad para las personas adolescentes:
a. El aumento de los conocimientos mejora la actitud en relación con la SSSR
b. Los programas curriculares en Sexualidad Integral pueden retrasar la edad en que se empieza a tener relaciones sexuales
c. Disminuir la frecuencia y número de parejas sexuales
d. Reducir los riesgos
e. Incrementar el uso de métodos de protección como el condón masculino y femenino.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Escotorin, P. (2020). Conectar con mirada prosocial. Herramientas personales y profesionales para el personal que atiende a mujeres sobrevivientes de Violencia Machista. Círculo Rojo. España.
Gutiérrrez-Rosado, T. (2021). Buenas prácticas en salud sexual y reproductiva con niñas, adolescentes y mujeres jóvenes. II-Manual. . [Documento elaborado para el proyecto AMELIA de la Fundación PANIAMOR en San José de Costa Rica]. Ver Referencia
Johns Hopkins University Affiliate (JHPIEGO). (2019). Gender Data Collection & Analysis Toolkit. Ver Referencia
Krauskopf, D. (2006). Políticas de juventud, adolescencia y salud. Revista Temas. Sociológicos. 355-73.
Observatorio de violencia de género contra las mujeres y acceso a la justicia. Delitos Sexuales. Recuperado el 26 de octubre del 2022 de Ver Referencia
Ramírez, J. (2020). Violencia sexual infantil y adolescente en la prensa costarricense (2014-2015). Yulök Revista de Innovación Académica, 4(1), 90-99. Ver Referencia
PANI, UNICEF, Gobierno de Costa Rica. (2017). Clasificación de las violencias contra la niñez y la adolescencia según dimensión. Recuperado el 26 de octubre del 2022 de Ver Referencia
UNFPA (2017). Relaciones Impropias: Cuando la edad sí Importa. Versión Pedagógica de la Ley 9406. 2a ed. San José, Costa Rica.
UNFPA: (2020). Sistema de información estadística sobre nacimientos en niñas y adolescentes en Costa Rica. Ver Referencia