Esta es una historia con un mensaje importantísimo para niñas, niños y personas adultas: la importancia de la pausa, el silencio y el fortalecimiento de la relación con nosotras mismas/os. Un corte de luz impulsa a Pluc y a una amistosa oruga, a vivenciar estas lecciones y es así como toman conciencia de que los espacios de introspección y la conexión con los sentimientos y necesidades propias, son factores claves para enriquecer su amistad consigo mismos.
Poniendo atención al momento presente, un día que parecía lento y aburrido, se convierte en una aventura en la que Pluc descubre figuras en el cielo, recoge piedritas, construye montañas y túneles y encuentra en su jardín un hormiguero, duendes y tréboles de cuatro hojas. Este cuento es una invitación a aprender, desaprender y volcar nuestra atención hacia nuestro mundo interno con curiosidad, apertura, aceptación y compasión.