Este libro es un cruce de caminos entre el imperativo educativo por pensar la infancia como un hecho actual, no materia de un futuro perfecto, la compleja tarea de entender, por donde se mire, la realidad iberoamericana, diversa y palpitante y la necesidad de analizar la condición digital como esa constante que permea nuestras vidas, donde también cabe ejercer derechos y deberes.
