La mediación lúdica es una tradición que empezó a desarrollarse en la década de 1940 debido a una necesidad de recuperar los espacios de juego libre. Países como Gran Bretaña, Japón, Alemania, Rumanía y Escandinavia la han adoptado como parte de sus preocupaciones porque los espacios que tienen que ver con el desarrollo de las niñas y los niños (centros infantiles, escuelas, clubes, actividades de tiempo libre) contemplen el juego libre.
La mediación lúdica se define como todo acto que intervenga el ambiente con la intención deliberada de aumentar las posibilidades de jugar. El juego que se promueve es aquél en el que haya tres libertades:
- La libertad de participación sin ninguna tarifa de por medio.
- La libertad de elegir las actividades por parte de las niñas y los niños.
- La libertad de dejar el juego en cuanto lo deseen las personas involucradas.