A través de este relato queda claro que mantener un estilo de vida saludable es un elemento muy importante en la familia de Pluc. Para esto, además de procurar alimentarse de forma balanceada, se interesan por mover su cuerpo, poner atención a las señales que les envía y construir un ambiente seguro y empático, en el que las necesidades afectivas de todas y todos se tomen en cuenta.
Al mismo tiempo, saben que esta no es una tarea fácil y a veces puede resultar complicado autorregularse y seguir todas estas prácticas que sabemos nos dan bienestar. Este cuento se trata precisamente de esto, un día en el que Pluc, junto con su nuevo compañero el orangután comelón, pierden un poco el norte y entonces su cuerpo empieza a enviar señales de que algo no está bien. Por dicha, su mamá y su papá le acompañan con compasión, escucha y colaboración logrando no sólo que el cuerpo de Pluc se sane, sino que además aprenda una importante lección.